México se rinde en la disputa sobre el maíz transgénico: EE.UU. y Canadá se llevan la victoria | Economía | EL PAÍS México
México ha perdido su lucha por vetar el maíz transgénico frente a Estados Unidos y Canadá. Tras más de un año de controversia internacional bajo el marco del TMEC, el organismo examinador internacional ha emitido un fallo desfavorable para México, respaldando la postura de los gobiernos de EE. UU. y Canadá, quienes argumentan que este alimento es seguro para el consumo humano y animal. A pesar de los prolongados esfuerzos de negociación entre los tres países, las autoridades mexicanas no lograron presentar evidencia científica que demostrara que el maíz genéticamente modificado perjudica la salud de personas, animales o cultivos. La resolución final de este panel establece que México estará obligado a eliminar las barreras a las importaciones de maíz transgénico para consumo humano; de no hacerlo, se expondría a sanciones comerciales por incumplir el tratado. “El panel del TMEC respaldó las siete reclamaciones legales de Estados Unidos y concluyó que las medidas de México no se fundamentan en la ciencia y obstaculizan el acceso al mercado que México se comprometió a ofrecer bajo los principios del tratado comercial”, comunicó este viernes por escrito la representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai. El Gobierno mexicano ha respondido que, aunque no está de acuerdo con la resolución del panel, acatará la decisión del organismo internacional.
El inicio de la controversia comercial entre los tres países por el grano genéticamente modificado se remonta a 2020. Ese año, el entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, decretó el veto del maíz transgénico para consumo humano. La prohibición solo contempla al maíz para uso de tortillas o masa, sin embargo, también incluye una instrucción a las agencias gubernamentales mexicanas de sustituir gradualmente el uso de maíz biotecnológico en todos los productos para el consumo humano y para la alimentación animal, un detalle importante, si se considera que México es el principal comprador de maíz amarillo proveniente de Estados Unidos, utilizado para forraje. En febrero de 2023, el Gobierno mexicano emitió un nuevo decreto con mayor detalle de los alcances del veto. El nuevo documento establece que la prohibición de maíz transgénico afecta, exclusivamente, al grano empleado para consumo humano.
Pese a los cambios en el decreto, la medida logró encender las alarmas del Gobierno estadounidense debido a la tajada de mercado que suponen las exportaciones del maíz estadounidense a territorio mexicano. El año pasado, EE UU exportó más del 40% de su grano a México, un porcentaje equivalente a más de 5.300 millones de dólares en ventas. Así, lo que inició con un puñado de reuniones binacionales a puerta cerrada, escaló, a mediados de 2023, en el establecimiento de un panel internacional, bajo el paraguas del TMEC. Desde el inicio de la controversia comercial, EE UU ha esgrimido que las medidas impuestas en México son incompatibles con el TMEC e impiden que los agricultores estadounidenses tengan acceso al mercado mexicano, así como el uso de herramientas innovadoras para responder a los desafíos climáticos y de seguridad alimentaria. A la demanda estadounidense se sumó, una semana más tarde, Canadá. “Canadá comparte las preocupaciones de Estados Unidos de que México no cumple con las obligaciones científicas y de análisis de riesgos bajo el capítulo de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias del TMEC. Las medidas adoptadas por México no cuentan con respaldo científico y tienen el potencial de perturbar innecesariamente el comercio en el mercado norteamericano”, indicó en ese momento la Administración de Trudeau.